Sierra de Madrid. Disfrutando de la nieve
Es una suerte de la que gozamos todos los madrileños tener
una maravillosa montaña a 50 km de la capital. Y más suerte aún que cada año el
universo nos regale una o dos bonitas nevadas que hacen las delicias de toda la
población. De los que esquían, de los caminantes de raquetas, de los corrientes
mortales que deslizan sus posaderas en los trineos por las pendientes blancas.
Eso si, si no puedes subir entre semana la cosa se complica.
Como el pasado festivo lunes, Santo Tomás que al parecer da día de asueto a
estudiantes y profesores y desde luego eso se nota. Tardé aproximadamente una
hora en llegar a la cima de Navacerrada desde 4 km atrás en una estupenda
caravana de coches. Aún así mereció la pena. Disfrutar de un día soleado de
nieve compensa cualquier espera.
A la estación de Valdesquí, también hasta arriba de gente,
se puede llegar además de en coche en un tren de montaña que funciona desde
1923 enlazando Cercedilla y el puerto de Cotos. Incluye una parada en el Puerto
de Navacerrada. En días de máxima afluencia es conveniente madrugar bastante
pues los billetes se agotan rápidamente.
Más información en http://www.renfe.com/viajeros/cercanias/madrid/index.html
También hay autobuses que salen desde el intercambiador de
Moncloa. En concreto el 691
Y en cuanto a comer. Dos clásicos de toda la vida. Venta
Arias en Navacerrada y Venta Marcelino en Cotos.
En Cotos es el único sitio donde tomar algo ya que está en
el borde del parque natural de Peñalara, zona protegida. A mi me gusta llevarme
el bocata de casa y tomármelo en alguna cumbre después de dar un paseo. Desde
luego siempre cuidando el entorno y no dejando huella de nuestro paso. Algo
fundamental si queremos que nuestros descendientes puedan seguir disfrutando de
lugares tan hermosos como éste.
Otra bonita excursión de apenas tres cuartos de hora o media
hora según cómo se esté de entrenado, es la de la Laguna de Peñalara. Antiguo
glaciar en el que podemos contemplar además de la laguna y el circo, la cima de
Peñalara de 2428 metros de altura.
Se puede continuar la excursión por una elevada pendiente,
para llegar hasta la Laguna de los claveles y un poco más adelante la Laguna de
los pájaros . Desde allí se contempla una bonita panorámica de la sierra
madrileña y del valle del Lozoya.
Respirar aire puro siempre tonifica los pulmones y ensancha
el espíritu. La energía positiva fluye por entre los árboles y te contagia para
sobrevivir el resto de la semana en la gran urbe.
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