Cáceres
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986, Cáceres nos recibe con una temperatura primaveral. Las terrazas llenas de gente. Su Plaza Mayor en el casco antiguo reúne turistas, paseantes con niños, artistas callejeros y un sinfín de variopintas gentes.
Sus piedras rezuman historia a cada paso. También pudimos disfrutar del festival de jazz que concluía el pasado fin de semana. El Corral de las Cigüeñas en la cuesta de Aldana 6, es un espacio donde escuchar música y tomar una copa al aire libre. Ubicado en el patio de un antiguo edificio, cuenta también con un espacio interior donde se hacen exposiciones, actuaciones de magia o café teatro.
En la Plaza Mayor la oferta gastronómica es abundante y cada vez de más calidad. En el Mesón San Juan en la plaza del mismo nombre se pueden degustar unas buenas tostas de gambas, de solomillo o de buena chacina. Para finalizar nada como un té de los muchos que oferta la tetería-hostal Arabia, casi enfrente de la Torre de Bujaco en la Plaza Mayor. Un pequeño patio lleno de magia con sus farolillos colgados por las paredes y una pequeña jaima donde transportarse a lugares lejanos.
A 46km de la capital se encuentra Trujillo, siempre apetecible. Muy recomendable comer en el jardín de la cafetería del Hotel Victoria. Amabilidad y buen hacer por parte del personal, en un entorno de paz y relax. Un plato combinado a buen precio, mesitas sobre césped y sombrillas que te protegen del insistente sol, que más que calentar ya tortura dadas las fechas en que nos movemos, y buena compañía. ¿qué más se puede pedir?
Sus piedras rezuman historia a cada paso. También pudimos disfrutar del festival de jazz que concluía el pasado fin de semana. El Corral de las Cigüeñas en la cuesta de Aldana 6, es un espacio donde escuchar música y tomar una copa al aire libre. Ubicado en el patio de un antiguo edificio, cuenta también con un espacio interior donde se hacen exposiciones, actuaciones de magia o café teatro.
En la Plaza Mayor la oferta gastronómica es abundante y cada vez de más calidad. En el Mesón San Juan en la plaza del mismo nombre se pueden degustar unas buenas tostas de gambas, de solomillo o de buena chacina. Para finalizar nada como un té de los muchos que oferta la tetería-hostal Arabia, casi enfrente de la Torre de Bujaco en la Plaza Mayor. Un pequeño patio lleno de magia con sus farolillos colgados por las paredes y una pequeña jaima donde transportarse a lugares lejanos.
A 46km de la capital se encuentra Trujillo, siempre apetecible. Muy recomendable comer en el jardín de la cafetería del Hotel Victoria. Amabilidad y buen hacer por parte del personal, en un entorno de paz y relax. Un plato combinado a buen precio, mesitas sobre césped y sombrillas que te protegen del insistente sol, que más que calentar ya tortura dadas las fechas en que nos movemos, y buena compañía. ¿qué más se puede pedir?
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