Shiraz y Persépolis, dos joyas iraníes
Al suroeste de Irán se encuentra la ciudad de los poetas. Me
parece muy significativo que los dos principales lugares de visita de la ciudad
sean los mausoleos de los poetas Hafez y Saedi y no de ningún militar o
religioso.
Lugares con mucho encanto con sus jardines y rincones donde
tomar el té a la manera tradicional, en esas estructuras llenas de cojines
donde descalzarse y poder charlar con los amigos mientras se saborea alguna de
las ricas especialidades del país. Esas aguas de azahar y rosas que te
transportan a otros tiempos.
Es la sexta ciudad por población de Irán. En su entrada te
sorprenden con una enorme cascada de agua (que pensé que era natural) en el
monumento Qur’an, y después al pasear por sus parques y jardines, su
impresionante mezquita Shah-e Cheragh, el
jardín botánico Eram, la fortaleza de Karim Khan y su delicioso bazar donde
perderse entre miles de telas deslumbrantes y curiosos frutos secos, se llega
fácilmente a la conclusión de que Shiraz es junto con Isfahan de las ciudades más
interesantes y bonitas del país.
Eram. Jardín botánico de Shiraz |
Irán es un país donde comer cualquier cosa a cualquier hora
es muy fácil. Lejos de los estrictos horarios europeos, las tiendas de
comestibles parecen estar abiertas a todas horas para ofrecer al visitante
multitud de dulces, frutos secos, galletas o chucherías muy diferentes a las
que estamos acostumbrados en occidente. Igualmente puestos de comida y
restaurantes se salpican por entre las zonas más concurridas de la ciudad y por
supuesto en los alrededores del bazar, donde se puede comer bueno y barato.
Para comer, si
buscáis algo más sofisticado no os decepcionará el novísimo y original restaurante
Haft Khan. Un complejo de 7 restaurantes con diferentes ambientes, para ir en
pareja o en familia. Construido y decorado a base de desguaces de coches y
camiones con un toque de hierro oxidado. Música iraní tradicional y moderna en
vivo para amenizar las comidas. Cuenta con un horno donde se ve hacer un pan
tradicional sobre piedras calientes.
Uno de los restaurantes del complejo Haft Khan |
Para dormir puedo decir que en Ghaem Square Boulevard se
encuentra el hotel Persépolis (www.persepolis-hotel.com)
donde se pueden coger fuerzas entre reproducciones de bellas ruinas y respirar
hondo y prepararse para ir al encuentro de lo que llamaríamos “la joya de la
corona”: Persépolis. Nombre dado por los griegos que significa ciudad de los
persas” aunque su nombre original fuera Takht-e Jamshid, es decir, “el trono de
Jamshid".
Fue el centro de recepciones de la época aqueménida de los persas. Las primeras evidencias arqueológicas datan de unos 500 años antes de Cristo. Se encuentra a unos 70km de la ciudad de Shiraz.
Fue el centro de recepciones de la época aqueménida de los persas. Las primeras evidencias arqueológicas datan de unos 500 años antes de Cristo. Se encuentra a unos 70km de la ciudad de Shiraz.
Puerta de las Naciones. Persépolis |
Comienza la visita por la Puerta de las Naciones donde dos
colosales toros alados reciben a los atónitos visitantes. Algunas partes del
complejo se conservan en muy buen estado y son notables muchos de sus relieves
donde se ven escenas de soldados o ceremoniales de la época y también algunos símbolos
zoroastrianos (una antigua religión persa, el zoroastrismo) y otros alusivos a
la celebración del Año Nuevo iraní, el Nowrooz.
Cuando Alejandro Magno invade Persia y llega hasta esta
maravillosa ciudad ordena su destrucción para así anunciar a todo Oriente el
fin del poder aqueménida.
No tengo palabras para describir la intensidad y la magia de
este lugar. Pero estoy segura de que si en algún sitio las piedras hablasen
aquí lo harían y contarían miles de historias de esplendor y boato de las
recepciones a cientos de mandatarios.
Magnificas escaleras facilitaban el acceso a los suntuosos
palacios con columnas de 20 metros de altura coronadas por impresionantes
capiteles con figuras mitológicas.
Destacaría el palacio de Apadana o de Dario I con sus impresionantes columnas y grabados del que se conservan bastantes elementos y también el Palacio de las 100 columnas. El palacio de Apadana podía albergar en las recepciones reales hasta 10000 personas. Esto nos puede dar una idea de las dimensiones gigantescas de estas construcciones. El otro palacio con restos peor conservados debido a la destrucción que sufrió en el incendio, era el lugar donde se recibían a los delegados de las satrapías (provincias de la época) para entregar sus dones al rey.
Destacaría el palacio de Apadana o de Dario I con sus impresionantes columnas y grabados del que se conservan bastantes elementos y también el Palacio de las 100 columnas. El palacio de Apadana podía albergar en las recepciones reales hasta 10000 personas. Esto nos puede dar una idea de las dimensiones gigantescas de estas construcciones. El otro palacio con restos peor conservados debido a la destrucción que sufrió en el incendio, era el lugar donde se recibían a los delegados de las satrapías (provincias de la época) para entregar sus dones al rey.
Palacio de Apadana |
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