Berlín, ciudad para pasear



Hace poco estuve en Berlín y pude disfrutar de una ciudad tranquila con mucho ambiente, plagada de terrazas a orillas de su río, el Spree.
Allí la gente gusta de tomar un café mientras entabla conversaciones con los amigos. Es una ciudad para recorrer en bici, a pie o también en sus funcionales tranvías. La red de transportes es impresionante y funciona muy bien. Es ésta una ciudad donde no se encuentran demasiados monumentos aparte de la puerta de Brandemburgo, la catedral y la isla de los museos. Pero si es en cambio una ciudad viva, llena de gente joven. A mi me entusiamó pasear por la ribera del río y comprobar el gentío que se agolpa en los chiringuitos (claro, yo estuve en agosto). También algo que se puede hacer todo el año: visitar el Bundestag. La cúpula de cristal de Norman Foster que cubre al parlamento te permite divisar la ciudad 360º. Merece la pena.

Darse una vuelta por Unter den Linden (Paseo bajo los Tilos, para quien no sepa alemán) con el mayor número de tiendas por metro cuadrado de souvenirs que yo haya visto en ninguna ciudad , la Französische Strasse con sus elegantes tiendas... Alexanderplatz y Kürfurstenstrasse son zonas también muy comerciales.
Si tomas la linea S7, a unos 45 minutos está la zona de los lagos donde a estas alturas seguramente hará un frío que pela pero que en verano es un lugar ideal para pasar el día y darse un baño. Un poco más adelante se encuentra Potsdam. Lugar muy interesante. Testigo del encuentro de grandes políticos ( Churchill, Truman y Stalin para la firma del tratado del mismo nombre, donde se repartieron las cuatro zonas de ocupación militar : los Estados Unidos, la antigua URSS, Reino Unido y Francia).

Pasando al terreno gastronómico no hay que perderse las "bratwurst" esas enormes salchichas que te sirven en un platillo de cartón , partidas en rodajitas y aliñadas con curry de dos colores. ¡Buenísimas!. Las de los puestos callejeros, son para mi gusto las mejores.

Y si se echa de menos la cocina española una buena opción es el bar de pinchos, muy elegante, que se encuentra en los bajos del hotel Meliá Berlin en la Friedrichtrasse.

Comentarios

  1. Berlín, cuanta razón llevas viajera. La he visitado en Navidad y con dos adolescentes, y a todos nos ha parecido una ciudad cómoda y alegre. Jóvenes que viven la calle a pesar del frío en estas fechas.
    Un truco: los berlinese cuidan a los niños y si llevas a un menor de 7-9 años no es necesario aguantar colas, por ej., en el Bundestag.
    No perderse, sobre todo si llevas quinceañeros al lomo, las galerias de arte alternativo, ej. LAS TAHELES.
    Prometo seguir visitando este blog.

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