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Mostrando entradas de diciembre, 2008

Berlín, ciudad para pasear

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H ace poco estuve en Berlín y pude disfrutar de una ciudad tranquila con mucho ambiente, plagada de terrazas a orillas de su río, el Spree. Allí la gente gusta de tomar un café mientras entabla conversaciones con los amigos. Es una ciudad para recorrer en bici, a pie o también en sus funcionales tranvías. La red de transportes es impresionante y funciona muy bien. Es ésta una ciudad donde no se encuentran demasiados monumentos aparte de la puerta de Brandemburgo, la catedral y la isla de los museos. Pero si es en cambio una ciudad viva, llena de gente joven. A mi me entusiamó pasear por la ribera del río y comprobar el gentío que se agolpa en los chiringuitos (claro, yo estuve en agosto). También algo que se puede hacer todo el año: visitar el Bundestag. La cúpula de cristal de Norman Foster que cubre al parlamento te permite divisar la ciudad 360º. Merece la pena. Darse una vuelta por Unter den Linden (Paseo bajo los Tilos, para quien no sepa alemán) con el mayor número

Madrid, mi querida ciudad

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C riticada por la mayoría, denostada por muchos pero amada, envidiada y admirada por muchos más. Ciudad de contrastes e historias escondidas en sus rincones. Sin lugar a dudas Madrid no deja indiferente. A mí me encanta su bullicio a cualquier hora del día... y de la noche. Me enamoran sus diferentes ambientes sujetos a la vida de cada barrio. Madrid encierra como en un cofre del tesoro perlas, diamantes y latón. Todas las grandezas y miserias del ser humano se pasean por sus calles. A mí me gustaría romper una lanza en favor de esta palpitante ciudad e ir mostrando sus pequeños y grandes encantos. Madrid es una ciudad abierta al mundo y merece la pena ser visitada. Ahora que se acercan las fecha navideñas es un momento magnífico para contemplarla en todo su esplendor. Sus luces y adornos la embellecen por la noche de manera especial, pero por el día hay que pasearla mirando hacia el cielo para descubrir muchos bellos edificios y monumentos. Las dos joyitas arquit

Burgos. Atapuerca, un rincón asombroso del pasado

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T ierras castellanas, tierras de frío, tierras de gente cálida. Así percibo esas inmensas llanuras que rodean la sierra de Atapuerca. Es magnífico contemplar esas suaves colinas y pensar que hace millones de años nuestros antepasados se "paseaban" por allí. La vida puede parecernos dura ahora pero entonces lo era infinitamente más. Todo el santo día andando y buscando comida. Y además había que tener mucho cuidado de no ser la comida de otros animales y ...congéneres. Sí, existía el canibalismo. Bufff!!! . Siempre he pensado que el hombre es el ser más peligroso pero también el más fascinante. En el pueblo de Atapuerca existe un centro de recepción de visitantes que acoge a todo aquel que sienta interés por aprender, por saber algo de nuestros tataratataratarabuelos. Las visitas son guiadas y hay que reservar con antelación si quieres asegurarte una plaza en los grupos. Las personas que guían la visita son gente muy preparada y que ilustra perfectamente el escenario donde se