Sierra de Madrid, el sonido del silencio.


A tan sólo 50 kilómetros de Madrid surge esta maravilla natural bien conocida por los madrileños. Tanto que desde hace ya bastantes años el acceso está restringido en los momentos de mayor afluencia. Cuando los visitantes aún no han llegado, el sonido del silencio invade los sentidos. Sólo le acompaña el canto de los carboneros y el fragor del Manzanares que pasa por allí bravío y transparente. En lo alto del Yelmo, grupos de buitres planean con sus enormes alas extendidas describiendo círculos y oteando el horizonte en busca de alimento.
Las moles de piedra se alzan imponentes en este canchal berroqueño. Figuras caprichosas nombradas por el saber popular se acumulan dando pie a historias y leyendas: El Cancho de los muertos, la Cueva de la Mora, el Centinela, …
Andar por La Pedriza cualquier dia que no sea fin de semana es estimulante y relajante a la vez. Es pensar en LA TIERRA tal como era. Diversos senderos te invitan a conocerla, aunque no todos son de fácil realización. Más de un excursionista se ha perdido confiado en la familiaridad de la zona y se ha visto sorprendido, perdido y desorientado y ha tenido que esperar el rescate por los servicios de emergencia.
Sin embargo yendo por los caminos señalizados el disfrute está garantizado. Tan sólo una pequeña parte de la sierra madrileña que ayudará a comprender porqué los madrileños se sienten tan orgullosos de sus montañas.

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