Pastas finas de té para una tarde de domingo (o para cualquier momento)



Sii, ya sé que engordan pero un capricho de vez en cuando no está mal y más si se sorprende a amigos y familiares. Yo a veces las hago a modo de obsequio cuando voy a casa de los amigos y siempre gustan. No son muy difíciles de hacer aunque como todo en la cocina requiere de paciencia y mimo. 

Son deliciosas y salen bastante más baratas que si las compramos en la pastelería, con el valor añadido de haberlas hecho “con nuestras manitas”. 

Con esta cantidad de ingredientes salen bastantes pastas dependiendo del tamaño de la boquilla de la manga pastelera y de cuánto de grandes las hagáis.

Ingredientes 
  • 250 gr. De mantequilla (pomada)
  • 125 gr. Azúcar
  • 130 gr. Nata
  • 325 gr. Harina floja
  • Una pizca de sal
  • Ralladura de naranja (aromas)
  • 50-60 grs de huevo (viene a ser un huevo tamaño mediano)
  • 70 gr. Leche
Los dos últimos ingredientes se pueden sustituir por la misma cantidad de nata como explico más abajo. 

A la mantequilla empomada (que esté blandita como una crema) le añadiremos el azúcar, los aromas y el punto de sal. Después el huevo y la leche (o en su defecto la misma cantidad de nata) y todo el tiempo seguiremos batiendo con unas varillas. 

Incorporar harina de golpe y mezclar muy despacio y con suavidad ayudándonos de una lengua. 

Meted la masa en una manga pastelera con boquilla rizada y dibujad las pastas en una placa de horno con papel siliconado o bien la bandeja untada de mantequilla. 

Meted al horno precalentado a 170ºC unos 8-10 minutos
Las podéis bañar de chocolate, o de un almibar y coco rallado o simplemente con guindas de colores como en la foto.
¡Espero que os gusten!


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