Patatas revolconas



Un plato típico de la zona de Ávila, Salamanca y norte de Cáceres. Contundente, para días de mucho frío.  Su sabor de pimentón me recuerda el aroma y el sabor de aquellos pueblos serranos cercanos a la Vera donde corren ríos de agua cristalina y las casitas blancas unas y de colores otras despiden ese aroma a leña, a hogar, a queso recién hecho, a matanza secándose en el desván.
Son olores y recuerdos de mi niñez en pueblos como Guisando, el Hornillo, el Arenal o Arenas de San Pedro.

En la provincia de Madrid también he tomado estas patatas en los pueblos de la sierra.
Son fáciles de hacer y resulta un plato muy económico, que dados los tiempos que corren son los que más vamos a poder utilizar.

Necesitas para seis personas:
  • 150 grs de panceta
  • 1kg de patatas
  • 2 dientes de ajo
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cucharada de  pimentón dulce
  • aceite
  • sal
Pela las patatas, lávalas y trocéalas. Ponlas a cocer en agua con sal y la hoja de laurel. Pasados 40 minutos, retira y escurre.

Fríe los dos dientes de ajos bien picaditos retira del fuego añade el pimentón y mezcla bien.

Añade agua y viértelo sobre las patatas y deshazlas con un tenedor. Las patatas no deben quedar secas sino como una especie de puré con trozos de patata.


Corta la panceta en lardones y friélos en su propia grasa. Cuando estén bien frititos ponlos por encima de las patatas.

La patata como sabes, es un tubérculo originario de Suramérica, traído a la península por los conquistadores españoles más como una curiosidad botánica que como alimento. Pasarían varios siglos antes de que la patata se introdujese como parte fundamental de nuestras dietas. Hay cientos de variedades aunque sólo unas decenas son utilizadas para la cocina.
Es rica en fibra y almidón. Además contienen abundante potasio y son diuréticas. Su único "inconveniente" es que también son ricas en hidratos de carbono lo que puede resultar un problema para las personas obesas. Sin embargo y desde mi modesta opinión creo que hay que comer de todo en las cantidades adecuadas y eso ayuda a mantener el peso adecuado. De nada vale que nos privemos de ciertos alimentos, el cuerpo aprovecha de manera exagerada lo que le damos y propiciamos engordar más.  Así que ya sabes, come sano, come de todo y en pequeñas cantidades y disfruta de comer ¡que es un placer! Buen fin de semana.

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