Pollo al azafrán


En general la carne de pollo es muy saludable y recomendable para todas las edades por su fácil digestibilidad. Tiene poca grasa exceptuando la piel. La parte magra es baja en colesterol.
La diferencia entre  un pollo de granja intensiva de crianza y un pollo de corral estriba además de en el precio, el de granja es algo más caro, en la terneza de la carne.
Esto se debe a que los pollos industriales tienen la movilidad restringida y la alimentación es artificial. Al estar hacinados hay más facilidad a la hora de desarrollar enfermedades infecciosas por lo que en muchas granjas se les administran antibióticos de forma habitual. . Su alimentación es artificial. Todo esto influye en la composición de su carne.

El de corral al criarse en un estado de semilibertad y comer grano tiene menos probabilidades de enfermedades por lo que normalmente sólo se les medica en caso necesario.
Para evitar cualquier problema es recomendable cocinar el pollo lo antes posible cuando lo compremos. No lo comas crudo o poco hecho ni lo mantengas en la nevera más de dos días. Si no lo vas a utilizar es preferible congelarlo. Es un producto que aguanta muy bien el proceso de congelación y de esta manera te evitarás problemas.

Para la receta de hoy necesitas:
  • 1 pollo de granja
  • 1 cebolla
  • 3 ajos
  • pimienta
  • laurel en polvo
  • comino en polvo
  • sal
  • 500 ml de agua o de caldo de ave
  • 250  ml de vino oloroso seco
  • azafrán en rama 
  • una manzana
  • 6 ciruelas sin hueso.

Corta la cebolla en mirepoix (daditos de un 1 cm aproximadamente) y ponla en la base de la bandeja donde vayas a asar el pollo. También los ajos sin pelar, sólo con un corte transversal.
Salpimenta el pollo. Rellénalo con la manzana en trozos y las ciruelas.
Ponlo en la bandeja. Añade el laurel y el comino.
 Pon en el agua caliente unas hebras de azafrán y espera a que suelte bien el color. Filtra el agua con un colador y añádelo al pollo junto con el vino blanco.

Mételo al horno y cocínalo durante hora y cuarto a 220º C. Ve dándole vueltas de vez en cuando para que quede bien doradito.
Si has optado por el pollo de corral verás que ha merecido la pena. Y la salsita, mmmmm. Nada comparable a los que te venden en los asadores.
¡que lo disfrutes!
Puedes dejar tus comentarios o sugerencias o dar a “me gusta”. ¡¡gracias!!


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