Pensando en blanco y negro. Sacher torte y tiramisú


Dos postres deliciosos originarios de Austria e Italia.
La tarta sacher fue creada por un aprendiz de repostería, Franz Sacher para agasajar a unos ilustres invitados de la realeza. En 1976 fundó el Hotel Sacher en Viena, que todavía existe, y comenzó a vender esta tarta.Siguiendo las extraordinarias recetas del profesor Carretero he elaborado estas dos maravillas de la repostería.

En cuanto al tiramisú su origen no es tan antiguo como el de su compañera en esta entrada. Se creó en en Veneto, una región de Italia hacia los años cincuenta. Se cree que en los burdeles para ofrecer un "tentempié" a los clientes, aunque entonces no llevaba el queso Mascarpone que se ha ido añadiendo en recetas posteriores.

Para la sacher necesitas:
  • Mantequilla 160 gr
  • Azúcar 50 gr
  • Cobertura negra 150 grs
  • Yemas 6

  • Claras 6
  • Azúcar80 grs
  • Harina floja 160 grs
  • Impulsor 1 cucharadita
  • Mermelada de frambuesa C/S

Bate la mantequilla hasta conseguir que quede en pomada. Añade el azúcar, bate y añade la cobertura fundida y las yemas. Bate hasta obtener una mezcla cremosa.

Por otro lado monta las claras a punto de nieve con el azúcar y añádelo a la primera preparación con cuidado, con movimientos envolventes. Incorpora poco a poco la harina tamizada junto con el impulsor.

Puedes hacer una tarta grande o pequeñas. Engrasa el molde que elijas y cuécelo en el horno de 25 a 30 minutos a 180ªC.

Deja enfriar. Desmolda. Parte las porciones y ve montando una capa de bizcocho y una de mermelada. Cuando lo tengas a tu gusta báñalo sobre una rejilla con cobertura negra de chocolate.


Para el tiramisú:
  • bizcocho "espuma" o bizcochos tipo soletilla
  • amareto C/S
  • café c/s
  • yemas 100 grs
  • azúcar glass 100 grs
  • vainilla
  • queso mascarpone 200 grs.
  • gelatina 10 gr
Bate las yemas con el azúcar glass y la vainilla hasta que salga espuma. Añade el mascarpone. Diluye en el amareto la gelatina previamente remojada en agua fria. Añádelo a la mezcla de las yemas.
Monta las claras con el azúcar y añádelo también con movimientos envolventes para evitar que las claras bajen.
Monta la nata con el azúcar y mezcla todo.
Ya sólo te queda montar una capa de bizcocho y otra de la preparación cremosa en varias capas, hasta acabar con la crema. Puedes espolvorear cacao con la ayuda de un colador en el momento de servirlo si has optado por hacer una tarta grande o adornarlo como en la foto si has preferido hacer bizcochos pequeños.
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