Conejo al ajillo al estilo de mi madre

Cuando llegan los primeros calores no puedo evitar recordar aquellas tardes de verano en las que al caer el día y algún fin de semana la familia nos reuníamos en esas típicas terrazas de “bareto de barrio”, con muy poco diseño y gran encanto. Desde allí se extendía un olorcillo a conejo bien guisadito que abría los apetitos de transeúntes y vecinos.

Una ensaladita verde y un conejo al ajillo y cualquier tarde de verano con familia o amigos podía resultar una verdadera delicia.

Si el bolsillo está resentido por los tiempos que nos tocan vivir pero no quieres encerrarte en casa, háztelo tú mismo y comparte con los demás en un improvisado picnic.

¡Fácil de hacer,barato y saludable!
El conejo es una carne blanca con pocas calorías. Es ideal para acompañarlo con ensaladas, verdura u hortalizas.

Recomendado en las dietas para controlar el colesterol. Tiene una carne fácil de digerir y es rico en vitamina B12 pero bajo contenido en sodio, por  lo que también va bien para las personas hipertensas.


Necesitas:

  • ·      1 conejo troceado
  • ·      6 dientes de ajo
  • ·      tomillo
  • ·      aceite
  • ·      vinagre
  • ·      vino blanco
  • ·      pimienta
  • ·      sal



Salpimenta el conejo y dóralo en una olla por todos los lados. Cuando esté bien doradito añade los dientes de ajo cortados en trozos. Deja que se doren a fuego lento.  Añade el tomillo. Después medio vaso de vinagre y medio vaso de vino blanco.  Deja hervir unos minutos. ¡Y listo! Si lo preparas la víspera de la escapada campestre el conejo estará en su punto. Procura ponerlo sabroso, es vital para que acabéis “chupándoos los dedos”.

¡que lo disfrutéis!

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