Chocolate: néctar de los dioses


Se acabaron las vacaciones y vuelve el síndrome postvacacional. Creo que nos merecemos un capricho que nos levante el ánimo: un poquito de chocolate.
Cuenta la leyenda que el dios Kukulkán entregó como regalo a los mayas el árbol del cacao. Lo plantaron y recogieron sus ricos frutos.
Florece en climas tropicales y bosques húmedos cerca del Ecuador gracias a unas condiciones muy determinadas de humedad.
Parece que al principio el cacao se tomaba como una especie de cerveza en celebraciones rituales. Después los indios olmecas y mayas, entre otros, comenzaron a consumir la pasta de los granos aderezada con chile.
Cuando los europeos descubrieron el Nuevo Mundo también conocieron el cacao. Hernán Cortés introdujo en la corte española el chocolate que bebían los aztecas.
La incorporación de vainilla, canela y azúcar fue posterior y dió lugar a lo que conocemos como chocolate. Esta mezcla prodigiosa parece que fue obra de órdenes religiosas que en los monasterios se dedicaban a prepararlo. Aquí en España el Monasterio de Piedra luce el honor de ser el primero donde aparece documentada la elaboración del chocolate en 1534 por los monjes cistercienses.
En lo que si estamos todos de acuerdo es en que se trata de uno de los mejores y más deliciosos descubrimientos gastronómicos y que a fecha de hoy son muy pocos los que no se dejan seducir por sus encantos.
Por eso quiero proponeros hacer unas deliciosas trufas ¿os apetecen?
Son muy sencillas de hacer aunque requieren un poquito de mimo y paciencia.
Necesitaréis:
Medio litro de nata
Medio kilo de cobertura blanca
Medio kilo de cobertura negra
Licor tipo cointreau (opcional)

Hiervo la nata. Añado la cobertura blanca y dejo dar un hervor. Retiro
Dejo enfriar y meto a la nevera un día.
Al día siguiente mezclo la cobertura negra fundida con la mezcla anterior.
Dejo enfriar y hago las bolitas. Se pasan por cacao en polvo.

Si las queréis llevar a modo de presente a casa de alguien sólo tenéis que meterlas en pequeñas cápsulas en una bandejita. Todo el mundo estará encantado con vuestra elaboración.

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