Mejillones en salsa



En España se consumen en todo el territorio pero tienen fama los de las costas gallegas por su especial sabor aunque se pueden encontrar en todo nuestro litoral. Son muy típicas las llamadas “bateas” donde se cultivan en las rías de forma natural aprovechando el abrigo de las montañas y la riqueza de las aguas. En Valencia también hay mucha tradición de consumo de este molusco. Fuera de nuestras fronteras es un plato muy muy típico de Bélgica y Holanda. En Bruselas te ponen unos grandes platos de mejillones en salsa acompañados de patatas fritas que dejan saciados a los estómagos más exigentes.
Los franceses, al igual que en las costas gallegas los cultivan en la costa oeste y al sur en el Mediterráneo en localidades como Sète cerca de Montpellier donde además sirve de reclamo turístico para visitar los criaderos.
Pertenecen a la familia de los bivalvos y son muy interesantes desde el punto de vista gastronómico.
Es importante que estén vivos a la hora de cocinarlos ya que eso nos garantiza su frescura. Si os encontráis con alguno abierto mejor desechadlo ya que enseguida producen sustancias tóxicas. Son ricos en Omega 3 y 6 lo que nos ayuda a regular el exceso de colesterol “malo”. Alto contenido en yodo y muy poca grasa por lo que está indicado en dietas de adelgazamiento. Contienen vitaminas como las del grupo B y E además de ácido fólico que refuerza nuestro pelo y uñas.
La mayor parte de los que se consumen en España proceden de acuicultura lo que permite consumirlos durante todo el año y a un precio muy asequible.

¿Cómo cocinarlos? Existen infinidad de recetas. Los conocidos “tigres” con una mezcla de bechamel y en su propia concha, como sopa de pescado, en arroces, en ensaladas, en brochetas con pescado y verduras, en conserva, con salsas variadísimas desde una vinagreta a picantes o simplemente al vapor con un chorrito de zumo de limón.
Yo os dejo aquí mi receta favorita que creo os gustará. Si la seguís al pie de la letra os garantizo que no habréis tomado unos mejillones más ricos.
¡que los disfrutéis!


Para cuatro personas:
1 kg de mejillones
10 ml de aceite de oliva virgen extra
1 cebolla
2 dientes de ajo
10 grs de harina
10 grs de pan rallado
1 hoja de laurel
pimienta blanca
cayena
azafrán
sal

Después de lavar muy bien los mejillones, ponedlos en una olla para que se abran con el vapor. 
Reservad el caldo que han soltado al abrirse. 
En una sartén rehogad la cebolla picadita muy fina y el ajo. Añadid laurel y azafrán. Añadid los mejillones. Si los queréis un poquito picantes es el momento de ponerle un poquito de cayena en polvo. (yo la prefiero a la vaina porque de este modo controlo la cantidad de picante que me gusta)
Una vez rehogado todo se echa la cucharadita de harina (para que espese un poco la salsa) y se tuesta un poquito. Enseguida un par de cucharadas de pan rallado un chorro de tomate frito y medio vasito de whisky. OJO Apagad el extractor de humos y proceded a flambear (prended fuego con una cerilla al licor hasta que se consuma el alcohol). Añadid el agua que habíais reservado, un poquito de pimienta blanca molida, espolvoread perejil y sal. Dejad cocer durante 5-10 minutos.
Si queréis que la salsa quede bien fina podéis triturarla y pasarla por el chino. Esto depende de cómo os guste.
¡que os aproveche!



Comentarios

  1. la verdad es que yo no soy muy de mejillones, pero con esa foto y leyendo la receta hasta me apetecen ahora mismo! :)

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